En septiembre pasado recibí los primeros libros formalmente impresos, ¡y que gran momento fue ese!

Sé que estamos en la era digital y todo eso, pero para un escritor aficionado del siglo pasado como yo, esto de tener tu obra impresa y poder pasar las hojas de papel mientras devoras las historias allí consignadas, tiene un significado especial. Es así como este sueño finalmente se ha materializado y con ayuda de mi esposa, puedo poner a disposición de todos esta primera obra:
Grandes Momentos de instantes cotidianos
La frustración de un encuentro fallido.La pérdida de un ser amado. La tentación de una infidelidad. Los miedos de infancia que reviven...
Todos momentos por los que cualquiera de nosotros o alguien que conocemos puede atravesar. Momentos seguramente irrelevantes para el resto pero grandes para quien los vive.
Todos ellos, grandes momentos de instantes cotidianos.
Dudas sobre cómo adquirir el libro? Aquí puedes para aprender cómo comprar en autoreseditores.com
Esta recopilación inicialmente presentada en el 2010 para el X concurso nacional de Novela y Cuento de la Cámara de Comercio de Medellín consta de historias cortas que había escrito durante los años anteriores. En el 2012, con el deseo de dar a conocer estas historias al mundo, las publiqué en este blog y unos años después, en Febrero de 2014 las retiré (todas menos una de ellas) con la ilusión de llevarlas al papel y convertirlas en un libro impreso. Me tomó tiempo revisarlas, corregirlas y llegar a ese acuerdo tácito entre autor y obra, donde aceptas que hiciste un buen trabajo y renuncias al impulso de seguir corrigiendo aquí y allá, para finalmente dar ese anhelado paso.
Espero disfruten de la lectura de estas historias tanto o incluso más de lo que yo pude disfrutar escribiéndolas. Y para que puedan hacerse a una idea de lo que encontrarán en el libro, aquí les dejo los enlaces a versiones previas de algunas de las historias allí incluidas, publicadas en este mismo blog hace ya algún tiempo:
Se levantó temprano. Ya tenía su programa para ese prometedor festivo. Subiría al cerro de Monserrate, almorzaría con unos amigos, iría a una obra de teatro y finalmente, derecho a la camita, a dormir, para reposar todo el trajín de su ameno día. Se equivocaba...
La mañana era fría, gris. Una mañana propia de invierno aún cuando se suponía que era verano. El ambiente invitaba a la melancolía o a la depresión, cualquiera de ellas. La afortunada sería la que primero lo alcanzara, mientras caminaba con paso apurado del paradero de bus hasta la oficina...
Por supuesto, sus comentarios siempre serán bienvenidos, así que no se los guarden y compártanlos conmigo. ¡Hasta una próxima!
Felicitaciones por lograr un sueño anhelado. Seguro disfrutaremos tus historias. Bien por ti.
ResponderEliminar